Que maravilla poder cambiar de paisaje, en menos de una hora de Madrid. Es realmente un descanso visual el que uno hace. Y más en esta época, si bien no nevó mucho o como en otros lugares, lo hizo lo justo para poder disfrutar de la blancura de la nieve.
Ayer nos fuimos con unos amigos, el pretexto comer Cochinillo ¿Quién puede resistirse?, así que encantados de la vida nos fuimos a el Mesón de Jesús, cerca de Segovia entre otero de Herreros y El Cortijo.
Eso sí, la atención regular, tratan de venderte todo lo que tienen en la carta, los meseros ponen cara de mala onda cuando les dices "no queremos postre" estando en el último bocado, que no sabes si te entrará el próximo trago de agua aún; y lo mejor en vez de ofrecer un poco más tarde un café o el postre es que te dicen "entonces la cuenta" y no queda más que decir : Pues sí traetela, total para tomar el café hay más lugares.
El cochinillo y el chorizo son lo que valen la pena, y esta vista trasera que tienen el lugar, que hoy encabeza esta post. Que nos decíamos que raro que con esta vista, sus ventanas den a la carretera. Una buena remodelación en todos los sentidos, no vendría mal.
Pero bueno dejemos la parte anecdótica y vuelvo a lo que mis ojitos se trajeron ;)
Los azules y los primeros verdes de la primavera asomándose
España que va a 60
No importan los postes los puentes, los desniveles para disfrutar la vida, al contrario nos ayudan a enmarcarla. Pero siempre me pregunto ¿cómo sería la vista sin tanto palo alrededor?
La vida tranquila del lugar se nota, tan sólo llegar al primer pueblo
No me dirán que la última imagen no es para relajar la vista y perderse contando ovejitas ;)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario